Una rodillera es una herramienta para controlar las molestias de la artrosis de rodilla. Un aparato ortopédico podría ayudar a reducir el dolor al quitar el peso de la parte más dañada de la rodilla. El uso de un aparato ortopédico puede mejorar su capacidad para moverse y ayudarlo a caminar más cómodamente.
¿Cómo sé si necesito una rodillera?
En general, se deben usar aparatos ortopédicos si tiene dolor de rodilla o si desea prevenir lesiones durante los deportes de alto contacto donde existe una mayor probabilidad de lesión en la rodilla. Las rodilleras también se pueden utilizar con fines de rehabilitación, por ejemplo, después de una lesión del LCA.
¿Está bien usar una rodillera todo el día?
Si tu ortopedista te lo recomienda, puedes usar el corsé todo el día. Sin embargo, el uso inadecuado de una rodillera puede empeorar su dolor o causar más daño a la rodilla. Si usa un aparato ortopédico que inmoviliza la rodilla, la articulación puede debilitarse.
¿Puede una rodillera empeorarlo?
Entonces, si bien un aparato ortopédico puede hacer que se sienta más seguro, no ayuda a que su rodilla funcione de manera más eficaz. Una vez que se quita el aparato ortopédico, aumentan sus posibilidades de volver a lesionarse la rodilla o de tener una nueva lesión.
¿Realmente ayuda una rodillera?
En general, los aparatos ortopédicos funcionales y de rehabilitación son los más efectivos Los aparatos ortopédicos ayudan a algunas personas más que a otras. Algunas personas temen que las rodilleras en realidad aumenten el número de lesiones de rodilla en los atletas. En general, la mayoría de las personas que usan rodilleras sienten que ayudan.