Cuatro de ocho cepas productoras de cefalosporinasa fueron resistentes a cefoxitina, que era completamente resistente a la hidrólisis por las β-lactamasas. Cefozolina, cefamandol y cefazaflur inhibieron varias de estas cepas a pesar de la destrucción por la β-lactamasa.
¿Qué generación de cefalosporinas es altamente resistente a las betalactamasas?
Cefoxitina, cefuroxima y las cefalosporinas de tercera generación son las más resistentes a las betalactamasas producidas por organismos gramnegativos. Las betalactamasas producidas por bacterias gramnegativas son de origen cromosómico (betalactamasas de clase I) o plásmido (betalactamasas de clase III).
¿Las cefalosporinas se ven afectadas por la betalactamasa?
Algunas especies de bacterias producen enzimas betalactamasa, que escinden el grupo betalactámico de los antibióticos, como las cefalosporinas, que tienen un anillo betalactámico en su estructura. Al hacerlo, la enzima betalactamasa inactiva el antibiótico y se vuelve resistente a ese antibiótico.
¿Qué antibiótico es más resistente a la betalactamasa?
La prueba de susceptibilidad a los antibióticos reveló que los antibióticos más eficaces fueron el imipenem (96,4 % como tasa de susceptibilidad), seguido de ceftriaxona (58,3 %) y gentamicina (54,8 %). Se observaron altas tasas de resistencia con amoxicilina (92,8 %), ampicilina (94 %) y trimetoprim/sulfametoxazol (85,7 %).
¿La cefazolina beta-lactamasa es resistente?
Algunos antimicrobianos (p. ej., cefazolina y cloxacilina) son naturalmente resistentes a ciertas betalactamasas La actividad de los betalactámicos: amoxicilina, ampicilina, piperacilina y ticarcilina, puede restaurarse y ampliarse combinándolos con un inhibidor de betalactamasas.