Fundamentos de la normalización Durante la normalización, los metales se calentarán a una temperatura muy alta, pero luego se les permitirá que se enfríen naturalmente a temperatura ambiente exponiéndolos a este nivel de aire directamente después calefacción. Este proceso permite alterar la estructura del propio metal.
¿Cuál es la temperatura de calentamiento del acero durante la normalización?
La normalización del acero (Fig. 2) se lleva a cabo calentando aproximadamente 100 °F (38 °F) por encima de la temperatura crítica superior (Ac3 o Acm) seguido de enfriamiento al aire a temperatura ambiente, o a no más de una barra de presión utilizando nitrógeno si el proceso se ejecuta en un horno de vacío.
¿Qué sucede cuando normalizas el acero?
La normalización implica calentar el acero a una temperatura elevada, seguido de un enfriamiento lento a temperatura ambiente. El calentamiento y enfriamiento lento cambia la microestructura del acero. Esto reduce la dureza del acero y aumentará su ductilidad.
¿Cómo se normaliza el acero?
La normalización implica calentar un material a una temperatura elevada y luego permitir que se enfríe hasta que alcance la temperatura ambiente exponiéndolo al aire a temperatura ambiente después de calentarlo Este calentamiento y enfriamiento lento altera la microestructura del metal que a su vez reduce su dureza y aumenta su ductilidad.
¿Por qué se templa después de normalizar?
Estos aceros generalmente se templan después de la normalización, para aumentar la tenacidad y aliviar las tensiones internas. Esto puede hacer que el metal sea más adecuado para su uso previsto y más fácil de mecanizar.