Los síntomas de la espondilitis anquilosante (EA) generalmente se desarrollan lentamente durante varios meses o años. Los síntomas pueden aparecer y desaparecer, y mejorar o empeorar, durante muchos años. AS por lo general comienza a desarrollarse entre los 20 y 30 años de edad.
¿Puede aparecer repentinamente la espondilitis anquilosante?
La espondilitis anquilosante causa dolor crónico que puede aparecer y desaparecer. Es posible que experimente períodos de erupciones y rigidez, y otros momentos en los que no sienta el dolor de forma tan aguda. Los síntomas pueden aliviarse o desaparecer por un período de tiempo, pero finalmente regresan.
¿Cuándo aparece la espondilitis anquilosante?
Aunque los síntomas generalmente comienzan a aparecer en la adolescencia tardía o edad adulta temprana (de 17 a 45 años), los síntomas pueden ocurrir en niños o mucho más tarde en la vida. Los primeros síntomas más comunes de la EA son dolor frecuente y rigidez en la parte baja de la espalda y las nalgas, que se presenta gradualmente en el transcurso de algunas semanas o meses.
¿Cómo se siente la espondilitis anquilosante temprana?
Los primeros signos y síntomas de la espondilitis anquilosante pueden incluir dolor y rigidez en la parte inferior de la espalda y las caderas, especialmente por la mañana y después de períodos de inactividad. El dolor de cuello y la fatiga también son comunes. Con el tiempo, los síntomas pueden empeorar, mejorar o detenerse en intervalos irregulares.
¿Cómo se diagnostica a tiempo la espondilitis anquilosante?
Exámenes de imágenes
Las radiografías le permiten a su médico verificar si hay cambios en sus articulaciones y huesos, aunque los signos visibles de la espondilitis anquilosante pueden no ser evidentes al comienzo de la enfermedad. Una MRI utiliza ondas de radio y un fuerte campo magnético para proporcionar imágenes más detalladas de huesos y tejidos blandos.